jueves, 23 de octubre de 2008

SÍ. LOST ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA. Y VIENE EN UN BOEING 777 A PUNTO DE ROMPERSE EN DOS SOBRE NUESTRAS CABEZAS

ESTA ES LA PROMO (no he querido subir el video directamente por el tema de los spoilers)

http://es.youtube.com/watch?v=0T7c4TFYHUA

¡Por fin! ¡El momento que todos esperábamos

y ahora después de esta imagen pongo el texto oculto otra vez por el temita que todos odiamos

https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjICEDAH9nIxjTdUsc0y2smFDKFCXWrxxeh4Jy96Nz13ToMJw7f_qHxJDAfJb5Oe3YyI2JjnZ-nUuxwbZ_ndu-92KOV6Aeuau23mVFpPxh2GdF616oN5-BvsdoCMOUZU1drtTJkFMSkKMyg/s1600-h/darkufo68.jpg

ES KELVIN INMAN??? YO OPINO QUE SÍ. SIEMPRE QUISE CREER QUE KELVIN NUNCA MURIÓ, Y QUE FUE PERSEGUIDO POR EL HUMO NEGRO LA NOCHE DEL ACCIDENTE.

O ACASO SERÁ RADZINSKI?

O AÚN MEJOR...

SERÁ MARVIN CANDDLE/MARK WINDMUND/EDGAR HALLIWAX????

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Otra imagen: la brújula de VIA DOMUS? Y LA AVIONETA DEL FINAL? ¿QUIERE DECIR QUE SE VUELVE A REPETIR LA HISTORIA?

lunes, 20 de octubre de 2008

¡Olvida o corre!




Maurice corrió tras aquel desgraciado. Ya casi lo estaba alcanzando. No era la primera vez que perseguía a alguien. El día antes de embarcar en la Roca Negra le sucedió algo parecido.

Estaba sentado a la sombra, junto a la fachada de una taberna de París, la Pascal Flats. A esas horas el Sol calentaba como nunca. Esperaba a alguien que llegaba tarde. Ya iban a cerrar, así que decidió ponerse en pie y volver a casa. Mientras caminaba oyó un grito de auxilio en un callejón. Quizá no debió haberse metido en él, pero alguien le necesitaba. Mientras corría por el oscuro y húmedo callejón, un hombre salió de la oscuridad. Todo ocurrió muy rápido, y en un instante Maurice se vio en el suelo. No podía quedarse ahí, boca arriba. Se levantó y observó una sombra saliendo por la boca del callejón. Comenzó a correr. Una vez fuera miró a diestra y siniestra. El muy canalla corría calle abajo. Menos mal. Por allí no tendría salida. Ahora era suyo. Para qué correr. En cuanto llegara al final sólo encontraría un muro alto y la taberna cerrada. Sonrió.

Ya casi era suyo. Ahora perseguía a un hombre por la jungla. En un salto lo alcanzó y cayeron al suelo. Recibió un puñetazo. El otro un rodillazo con el que se quitó de encima. Maurice fue el primero en levantarse. El otro sacaba la pistola. Una patada bastó para que cayera al suelo y se disparara sola. Ahora no sólo podían usar los puños. Mientras peleaban el sol se ponía. Finalmente, Maurice acabó tirado en el suelo, boca arriba. Otra vez. Y ahora Jacob y Richard le llevaban a hombros.

- Entonces... ¿Dices que hay una cosa en la selva que destroza árboles y que os perseguía?
- Sí. Es inmensa. No la he visto, pero la oía por todas partes.
- Entiendo.
- Por cierto, ¿qué ha pasado con los demás?, ¿siguen vivos?
- Sí, pero hay varios heridos. La mitad de los que estaban en cubierta han muerto o desaparecido.
- ¿y ese tipo?
- No era de la tripulación. Iba en el otro barco, el que viste en la playa.
- Pero... ¿por qué le disparaste?
- Porque ha matado a uno de nosotros.
Richard se detuvo. Miró a Jacob.
- ¿A quién?
- Se llamaba Dick Cheever. ¿lo conocías?
- Desde que era un crío – el rostro de Richard reflejaba decepción-. El hombre de la playa mató a su padre. Su hermano, Tommas...
- Está bien. No te preocupes – Jacob suspiró-. Ya hemos llegado.

Richard levantó la vista. Allí a unos metros, se levantaba del suelo, imponente, la Roca Negra. Todos estaban allí, agrupados alrededor de algo.

- Dejemos a Maurice allí. No quiero verlo.
- Richard...
- Por favor, déjame a mí.
- Como quieras.

Hanso salía de un agujero en el casco. Se cruzó con Richard al pasar.

- Hola...

Richard sólo le miró. Ahora se dirigió al almirante.

- Jacob. ¿ha habido suerte?
- Sólo pude dispararle en el hombro. Pero he descubierto algo. No está solo. Vino en otro barco. Está en la playa, pero no hay nadie. Le estuve esperando hasta que aparecieron Alpert y Benson. Después huyó.
- Maldita sea- el capitán mostró su indignación-. Bueno, es igual. Creo que no tardaremos en verle de nuevo. Al fin y al cabo, no era el único Cheever al que intentó matar. Debemos proteger a su hermano, Tommas.

Jacob asintió.

- Mi capitán. ¿Qué hago con los esclavos?.
- Primero, darles agua. Han pasado cuatro días así. Además, no nos darán nada por ellos si no los cuidamos bien.

Ambos sabían que la venta de esclavos estaba prohibida hacía años, pero allí donde se dirigían no se tenía en cuenta. Pero les importaba la puntualidad, y si no reflotaban el barco, tendrían problemas. Pero lo principal en ese momento era sobrevivir a la primera noche.

viernes, 29 de agosto de 2008

Capítulo 3: Ursus Maritimus


-¿Qué era eso?- Preguntó Richard.
Maurice estaba paralizado. Sólo se miraban mutuamente de la forma que miraría cualquier persona al experimentar algo semejante. Se habían acercado al lugar por el cual había pasado esa cosa. No había nada. Ni pisadas ni rastro alguno. Pero lo que encontraron no pudo haberlo hecho ningún animal desde hace 60 millones de años. Eran árboles destrozados y arrancados de raíz. Los huecos que quedaban en el suelo señalaban una línea recta perfecta que se perdía a lo lejos. Y allí se quedaron, en mitad de ese camino que había trazado esa cosa.
- No lo sé. Lagguémonos de aquí.
Volvieron a orientarse y corrieron hacia donde ellos creía que estaba la playa. Corrieron cuanto pudieron pero cometieron el error de hacerlo en ese terreno fangoso. Se deslizaron al poco de llegar a una cuesta abajo. Se deslizaron violentamente. De haber estado en un terreno diferente, quizá habrían rodado. Pero se deslizaron por el barro por el cual sobresalían varias ramas de arbustos y puntas de rocas que les dañaban seriamente. Finalmente pararon. Era una suerte que no hubiesen chocado contra ningún árbol. Maurice fue el primero en levantarse. Dolorido, agarró de la muñeca a Richard para levantarlo, pero cayó de nuevo al barro como un saco de tierra. Richard estaba incosciente.
- Merde...

El ojo de Richard se abrió. Había salido de una pesadilla. La peor de todas. Soñó con las horribles tierras heladas del Ártico. Estaba allí, en el hielo, tumbado boca arriba. Un oso polar lo despedazaba vivo. Él estaba inmóvil, como muerto. Pero podía ver como esa bestia arrancaba sus visceras.
Pero ya no soñaba. Ahora las manos de una mujer le calmaban.
- Tranquilo. No ha sido más que un mal sueño.
- Lo sé. Sólo necesito desayunar.
Richard se levantó y se vistió.
- Bajaré a por leche. ¿Quieres un dulce?
- Quiero volver a Copenhague.
- Pronto iremos, cariño. Dentro de cuatro días embarcaremos en Nueva York.
Al salir por la puerta del edificio encontró una mañana gloriosa. Se dirigió a la tienda de enfrente, en cuya puerta jugaban un par de niños. Nunca se le borraría de la mente esa imagen de los dos chicos jugando a las canicas.
- Vas a perder, Dick.
- De eso nada, Tommas. ¿Ves?. Te has quedado atrás.
Y mientras Richard les observaba el dependiente le llamó la atención.
- Oiga. ¿En qué puedo ayudarle?.
- ¿Puede darme cuatro croissant?. Ah, y dos gofres.
- Aquí tiene. Son 6 dólares.
Mientras volvía a cruzar la calle se paró junto a un árbol. Desde ahí se podían ver a los transeúntes. Un hombre en mangas de camisa entraba en la tienda. Tenía una gorra negra y le faltaba una oreja. Si se le miraba con atención se descubrían unos ojos sombríos y un revólver asomando por el bolsillo. El mismo revolver que utilizó para despojar al dependiente de su vida, que provocó que arrancó a los chavales grito de terror. Aquel hombre había desaparecido. Sabía lo que había hecho. Seguramente no era la primera vez que lo hacía.

Una bofetada provocó que Richard dejara atrás la inconsciencia.
- Mon Dieu!. ¿Estas bien?
Miró a Maurice.
- Te has golpeado la cabeza. ¿Estas bien?
- Si, gracias – volvió a incorporarse- ¿No tienes hambre?. Llevamos todo el día sin dar bocado.
- Es vegdad. Puede que encontremos un árbol frutal y...
Sus palabras quedaron interrumpidas por el horrible sonido que produjo la criatura. Pero esta vez se acercaba a ellos con rapidez. BUM. BUM. Árbol tras árbol. Empezaron a correr corrieron lo más que pudieron. Se acercaba más. Y más. Y más. Sus rostros reflejaban el horror.A lo lejos, divisaron una luz brillante. La criatura empezaba a quedarse atrás. Al fin alcanzaron la playa. Ya no se oía nada. Sólo el rumor de las olas. Por fin, exhaustos, finalizaron su carrera. Con las manos en las rodillas y una respiración errática volvieron la vista atrás. Ese sonido de cigarras había desaparecido. Únicamente hubo una especie de rugido –si es que podía rugir- a lo lejos-. Ahora estaban a salvo.
O eso creyeron. Porque al darse la vuelta encontraron los restos de un barco encallado en unas rocas en mitad de la playa. un barco que no era la roca negra. Un barco fantasmagórico. Y tras ellos, un hombre sin oreja se abalanzaba sobre ellos. Y un disparo en el hombro lo detuvo. Jacob estaba allí empuñando una carabina.
-¡Jacob!- Richard no sabía si alegrarse.
-Lárgate. Voy a hablar con este hombre sobre piratería.
-¿cómo?- Maurice estaba confuso también.
-Dime, ¿Lo eres?- Jacob sólo atendía al hombre herido en la arena, sacando una pistola-. ¡Dime!.
-Jacob, ¿qué esta pasando?
-¡Que te largues de aquí!- ahora tenía otra pistola apuntando a Richard.
Al bajar la guardia el herido golpeó la rodilla de Jacob con la bota. Mientras se alejaba, Richard socorría al.
-Jacob ¿qué ha pasado?
-Nos perseguían. Iban tras nosotros.
-¿Quiénes?
-Los hombres que llegaron junto a ese hombre en ese barco. Por cierto ¿dónde está?
-Maurice... el que iba conmigo fue tras él.
Sonó un disparo. El Sol se puso.

martes, 12 de agosto de 2008

Buff, ¡Cuánto tiempo sin actualizar!. Las vacaciones son Sagrás'. En fin, el caso es que desde hace un mes y medio estoy al día con las series Dexter y Heroes.

Ya comenté la season finale de la primera en esta otra entrada. Esta vez voy a comentar la de Heroes, y luego daré algunos "detallitos" (vamos, SPOILERS) sobre sendas terceras temporadas, que seguramente habréis leído en todoseries, seriesblog, o heroes-spain, y los que no (¿por qué uso el plural, si la única persona que va a estar leyendo esto vas a ser tú dentro de uno o dos años en busca de una página semidecente para obtener respuestas a lo que acabas de ver, o quizá estes buscando una página cuyo caracter dista mucho de ser el de postear reviews de series, ni siquiera de algo dentro de los límites de la moral y la decencia. No me importa, a mí me ocurre a menudo. ¿Por dónde iba?. ¡ah, sí!), pues será que sois (eres) ANTI-SPOILERS.

A ver. Déja(d)me hacer memoria...

hmmm. Sí ahora lo recuerdo. Empezaré con los acontecimientos unos capítulos más atrás. Grande el capítulo Parásito. (Hurra). Y esa curiosa forma de introducir flash-forward, en Cinco años después. La Minibatalla entre Nathan-Sylar y Peter-cara cortada-Petrelly...

Bah, hasta aquí me quedo. Ya entraré en detalles otro día. Bastante tengo con tener que irme a la piscina y actualizar. pero prometo lo del segundo párrafo. Y LO PROMETIDO ES DEUDA...

lunes, 7 de julio de 2008

Capítulo 2: En apuros

Richard despertó confuso.¿Dónde estoy?. ¿Por qué no puedo respirar?. Decidió abrir los ojos para encontrarse bajo el mar. ¿Bajo el mar?, ¿Qué diablos hacía bajo el mar? Nadar hacia arriba, debía nadar a la superficie. Algo lo retenía. Su pie estaba enredado por algo. Empezaba a faltarle el aire, y no lograba desenredarse. Optó por cortarla. Quizá tenía un cuchillo. Un cuchillo que había desaparecido. El agua se aclaró un poco. Una liana estrujaba su tobillo. Se ahogaba. Decidió tirar de ella para llegar al otro lado. Quizá moriría de todos modos. Debía alcanzar la superficie. Pero... ¿cómo?. La corriente apenas le permitía avanzar. Avanzaba por la interminable liana. Hubo un momento que estuvo a punto de romperse. Si Richard no conservaba la calma, su cerebro consumiría mas oxígeno. La corriente aumentaba y le ardían los pulmones. Justo cuando estaba a punto de perder la esperanza –y la conciencia- ocurrió algo tan incomprensible como milagroso: el agua desapareció.

Cansado, se aferraba corteza del árbol, observó a su alrededor. Sólo verde. El verde de la selva. Las aguas se retiraban. ¿Qué hacía allí?. Pronto oyó un grito. No estaba lejos. Saltó de las ramas al agua -teñida de un color arcilloso- , cuyo nivel pensó que no pasaría de sus rodillas. Se equivocaba. Apenas hacía pie y la corriente le arrastraba moderadamente. Suerte que tenía el árbol cerca. Se quedó aferrado en silencio, esperando otro grito.

Nada. La quietud sólo la rompía el fluir del agua. Tan sólo pasaron quince segundos antes de volver a oír aquella voz. Era una voz de socorro en francés. Cada vez se acercaba más. Era un hombre subido a un barril, y estaba siendo arrastrado por la corriente.

-¡EH! –Richard le llamó la atención- ¡Aquí!
El francés volvió la vista. Tenía la mejilla raspada y una contusión en la frente.
-¡Aquí! –repitió.
Soltó el barril y nadó con dificultad. No sólo por la corriente, que no dejaba de aumentar. Casi no movía el brazo izquierdo, y, cuando lo hacía, su cara mostraba una mueca.
-¡Vamos!.
Francés desesperado. Si no lo lograba, podría ser arrastrado por la corriente ahasta un fatal destino. Richard no sabía qué hacer. Pronto pensó en lo mismo que le retenía antes. Debía buscar otra lianas. Miró a su alrededor. A su espalda, colgaban varias de ellas. Algunas parecían gruesas y resistentes. El pobre hombre estaba ya a sólo diez metros. Richard estiró el brazo todo lo que pudo. La liana estaba a sólo unos milímetros de su dedos. Siete metros. Sólo un poco más. Seis. Ya casi la tenía. Cinco. La golpeó con la punta de sus dedos. Ya era suya. Tiró fuerte de ella. El francés estaba a 3 metros justo en el momento en que pasó junto a Richard al lanzarle la liana. La liana se tensó.
-Merci, monsieur - el francés miró agradecido a nuestro piloto.
-No hay de qué. ¿Se encuentra bién?.
-Oui- hablaba con su acento natural-. ¿puede usted ayudarme a...?.
-Sí, cómo no. Coja mi mano.
La liana estaba tensa, quizá demasiado, pero ni el uno ni el otro se percataban de ello. El francés extendió el brazo al igual que lo había hecho Richard unos instantes antes. Este hizo lo mismo. Justo en ese momento se desprendió la liana.
-Mon dieu!
Era el fin para el francés. Richard extendió el brazo un poco más, lo suficiente para agarrarle de la muñeca. Ambos suspiraron de alivio. La corriente aumentaba, pero el nivel del agua bajaba.

-Seguramente será el final de la resaca de la ola.
La ola... ¡Pues claro!. En ese momento el piloto lo recordó todo. El barco, el humo, el ruido..., Jacob... No podía creerlo.
-¿Cómo te llamas?.
-Me llamo Maurice, señor
-¿Dónde estabas en el momento del... incidente?
-¿moi? Estaba en la bodega. Sentí un temblor y salí a ver que ocurría. Todo el mundo estaba nervioso, y fui a proa, donde estaba un compañero para preguntarle. Todos corrían hacia popa, a la bodega. Recuerdo que al volver la vista para buscar a mi compañero tropecé con alguien y caí rodando al suelo, golpeándome la frente. Luego llegó la ola, inundando la cubierta y sacándome del barco con los barriles de aceite. Casi no podía mantenerme a flote y perdí de vista todo lo demás. En poco tiempo alcancé la selva, avanzando uno o dos kilómetros.

Hubo una pausa larga. Ese “alguien” con quien había tropezado era él. Ya había desaparecido el agua. Sólo había un suelo embarrado por donde fluía fango.

-Creo que deberíamos seguir la dirección de la corriente.

Se encaminaron en busca de la costa. Quince minutos después, oyeron un sonido atronador. Sonaba muy lejos, pero allá, en la distancia, se oían una mezcla de explosiones –No se parecía a nada familiar imaginable- seguido de algo más. Era algo muy primitivo. Nunca escucharon nada semejante. Pero aunque se alejaba, se miraron ambos asustados. Era terrorífico

sábado, 5 de julio de 2008

Finale de Dexter y Piloto de Heroes.



Bueno, retiro lo dicho sobre Dexter. Me ha gustado mucho el final, y ha sido el Dexter de la primera temporada. Ha estado muy bien. PERO... puede mejorar un poco. Veremos la tercera temporada.

Ayer por la noche vi el episodio piloto de Heroes. Esta bastante bien, aunque muchos de los personajes no los pude identificar debido a la mala calidad de video de TU.TV.COM ¬¬

Si, lo se, hablo demasiado de otras series y menos de LOST, pero algo hay que ver hasta enero de 2009. Pero de Lost siempre hay algo mas que hablar. hay más en una escena de Lost que en toda una temporada de Dexter.

En fin. Hasta aquí llega este post, de este pequeño blog de este mundo secundario que es internet.

martes, 1 de julio de 2008

capitulo 1: sálvese quien pueda.

-¿Qué demonios ha sido eso?
-No lo sé, Jacob- obtuvo como respuesta el almirante-. No me gusta nada.
El barco se llenó de murmullos poco después de aquel ruido que provoco que el mar se pusiese a vibrar.
-Capitán Hanso, tiene que ver esto.-El capitán abandonó la cubierta con el piloto- Fíjese en eso. Mire a estribor.
-¿Qué hay que ver, Sr. Alpert?.
-Mi capitán, entre las brumas distingo una isla-guardó una pausa para que Magnus Hanso pudiera verla también-. Pero no figura en las cartas, y eso que no parece pequeña.
El capitán siguió observando.
-¿Qué es ese humo?¿Un volcán?
La respuesta estaba en la misma pregunta. Un volcán en erupción había estallado provocando la vibración del agua.
-¡Vamos! ¡Todo el mundo a sus puestos!
A pesar de la actitud de Alpert, la tripulación no hizo nada, pero estaba alerta. Todos miraban a Jacob.
-¿Qué ocurre, almirante?
-Eso mismo me pregunto, señor Alpert ¿Por qué da órdenes en cubierta, en lugar de permanecer junto a la bitácora?.
-Almirante.-El capitan le llamaba la atención. Últimamente estaba hartándose de las faltas de respeto entre sus subordinados.- ¿Sabe que es un tsunami?
Hubo una pausa.
-Mis disculpas, mi capitán.¿Se refiere a un maremoto hawaiano?
-En efecto, Jacob. No debemos ser alcanzados por la ola.
El almirante se quedó mirándolo, ingenuo.
-Jacob...
-Mi capitán, no se alerte. He estado en Hawai varias veces, y he visto varios... sucesos de este tipo. Créame, no hay porqué temer- su interlocutor comenzaba a impacientarse-. Como mucho, solo será como una leve corriente que nos arrastrará a poca distancia de aquí. Pero nuestros “humildes” pasajeros no creo que aguanten la marejadilla como...
La Roca Negra comenzó a zarandear. La tripulación se mostró impaciente
-¿Lo ve?, sólo es un poco de oleaje...
El zarandeo se hizo mucho más violento en cuestión de segundos, lanzando al suelo a la tripulación y al mar a aquellos que bajaban de los mástiles. El navío no paraba de girar. Demasiado tarde para hacer nada.
-¡Abandonad la cubierta, rápido!
-¿Sólo un poco de oleaje?- Hanso miraba a su almirante como se miraría a un charlatán. Ya arreglarían cuentas luego.
Todos bajaban como podían de los mástiles, algunos caían al agua. Los que corrían por cubierta hacían caso omiso. Se salvaban como podían.
- Santo Dios... – Sólo el contramaestre había reparado en que el señor Alpert estaba en proa incorporándose del suelo-. ¡El piloto se ha caído!
-No, espera, no vayas.
-Necesita ayuda
-¡Espera Tommas!
El contramaestre no pudo evitar que se fuera, porque Jacob le tenía agarrado de los brazos
-no podía permitir perder al piloto y al contramaestre- mientras le arrastraba al interior del barco.
-¿Qué hace...?
-¡El Barco es grande!, ¡Se mantendrá a flote¡
-Pero...